lunes, 16 de diciembre de 2013

Vía Guirles-Campos al Yelmo en La Pedriza.

Croquis de la Guirles-Campos al Yelmo (original y con variantes). Hemos realizado las variantes en azul.
Este sábado habíamos quedado pronto para acercarnos al Yelmo y ver si pese a la lluvia de ayer podíamos hacer alguna cosilla interesante. El día se presentó frío pero soleado, como estaba previsto, creando las condiciones para que secara rápido la pared del Yelmo y nosotros pudiéramos adherirnos con garantías.
El día empieza fresco
 Total, que aunque en el coche Julián mencionó la Caballo Blanco, yo no lo ví muy claro por los comentarios que había oído sobre esa vía, en particular sobre su conocida y "espeluznante" travesía. Julián decide tener piedad y me explica: "Bueno... quizás la progresión más natural sería hacer primero la Guirles - Campos". Yo digo que "vale".


La Guirles-Campos es una vía abierta en 1974 que tiene un primer largo que es 6b / A0, muy protegido y tal pero... 6b al fin y al cabo. Sin embargo optamos por una variante que sale hacia la izquierda y debe andar por el V+ (¿quizá un poquito más?). El Yelmo está poco concurrido y en nuestras inmediaciones sólo hay una cordada a la derecha por "la Gálvez" que deben venir de lejos porque "parlan catalá".


"Por ahí" dice Julián. "Vale" digo yo.
El primer largo comienza por una fisura ancha y tumbada de III+, en la cual se puede colocar algún friend medio o grande, por aquello de no ir en plan "sólo". Al concluir esta trepada quedamos al pié de un tramo de quinto grado, un poco expuesto.
Trepada. Julián mete un "friend", para no ir en plan Dan Osman.
Y ahora toca ir subiendo hasta una fisura, que nos marcará el desvío hacia la derecha que vamos a tomar para evitar el tramo de 6b.
Julián dice "voy". Yo digo "vale".
Cuando Julián llega al desvío, utiliza una chapa que hay para quitar algunos metros a la caída. Despacito, que el grado tampoco es regalado.
Julián comienza el desvío. Yo pienso "vale".
"No parece fácil" pienso mientras Julián regatéa con el destino en esta ruta innoble, pero bella.

Julián en acción.
Progresando a la izquierda, subiendo y después volviendo para coincidir con la reunión de la vía original.
La parte resbaladiza del primer largo acaba en este resalte. Ojito que desde abajo no se ven esas regletas :)
Tras reunirnos y cometar la jugada, Julián dice "te toca" y yo digo "vale". Inicio así un pequeño largo que, como siempre, cuenta con el gran sentido del humor de los aperturistas pedriceros en cuanto a la distancia entre seguros.
Si llevas friend pequeños lo mismo puedes equipar. A mi se salieron panchamente.
Bueno, al menos el grado no es excesivo y la vía es intuitiva en su recorrido. Fisura a izquierda, unos pasitos a la derecha, otra vez izquierda en diagonal y de nuevo a derechas.
Julián va llegando a la reunión. Justo detrás tiene el espolón por el que discurre la vía Walkiria.
Julián se prepara para el siguiente largo de esta vía, una vez más, exigente de cabeza más que de piés. Julián insiste en que en sus tiempos esto lo hacían con botas y que en lugar de parabolts había tacos de madera y que va para arriba. Yo le digo que vale.
Larga travesía ascendente a izquierdas, con alguna chapa casual.
Julián, buscando un sitio donde meter un cacharrejo
Por la laja hasta que toque subir. Échate los friends que los vamos a utilizar.

A ver que cacharrejo cabe aquí...
En mi turno tengo la ocasión de comprobar que yo no podría subir por ahí con botas y que mis gatos cantean mal. En fin, que por pura chiripa resuelvo sin mayor contratiempo.
Ñapas de las que me gustan
 Pues nada, que de nuevo me toca seguir los pasos del maestro Obi - Julián y disfrutar de los granitos del granito. Observo que cuando mi compañero mete un fisurero es que lo mete de verdad, que no le interesa meterlos por frivolidad. Me cuesta sacarlos. Eso es bueno.
 
Yo, pensando lo agusto que se va de segundo.
Julián y yo acordamos que yo me de el siguiente largo, que ha sido sin duda equipado por un humorista que debería estar cabreado con la vida. Allá en lontananza observo una chapa. Más en lontananza y un poco hacia arriba según se mira veo que no hay absolutamente nada en más de 15 metros de vía. En fin, pienso, por ahí son setas y más se tira de una seta que de diez carretas.
Yo, supercontento de haber chapado.
Tras la chapa hay un tramo largo. Me pierdo navegando y me doy un pire de siete metros. A parte del consabido cabreo, no quedan secuelas visibles. Ataco de nuevo y ya llego a las setas.
Madre mía, estos alejes ya lindan con el sólo integral.
Bueno, pues consigo llegar a la reunión, porque el miedo da fuerzas y a partir de ahí ya sólo queda una trepada para luego ir hacia la Valentina.
Julián, ya pensando en el bocadillo que nos espera.

Julián decide que vamos a descender por "La Valentina", cosa que yo nunca he hecho y por ello le digo que por mi "vale".

Bajando por la Valentina.

Y hasta aquí la escalada. La vuelta a Madrid, por la M40, salió de IV+.
Si te has quedado con ganas de más tienes aquí más vías y reseñas donde seguir perdiendo adherencia.












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